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Glaciar Humboldt en Mérida podría desaparecer antes de 2030, estiman científicos | vía: Diario TalCual

Ronald Uribe | Venezuela | 21 de julio de 2022 | Foto: Jorge Silva / Reuters / Archivo DiarioTalCual

Según científicos de la ULA y otros equipos, no queda mucho del Glaciar Humboldt en Mérida. Si acaso unos 4,17 kilómetros cúbicos. Aseguran que la capital homónima del estado andino es un ejemplo de lo que sucede con el cambio climático.

Científicos de la Universidad de los Andes (ULA), dedicados al estudio de los glaciares andinos, advierten que ha desaparecido 99% del Glaciar Humboldt desde 1910, como consecuencia del cambio climático.

A principios del Siglo XX, se estimaba que el glaciar en el Pico Humboldt era de unas 300 canchas de fútbol y actualmente solo le queda una superficie de cinco canchas. Los científicos, si bien no saben cuándo se extinguirá el glaciar, estiman que desaparezca antes del año 2030.

En un podcast elaborado por la ULA, se hace el señalamiento de que en los últimos 100 años la temperatura global de la Tierra ha aumentado en un 0,92 °C, siendo los últimos 20 años los más calurosos. Destacan además que el cambio climático causa efectos adviersos en los suelos, el agua, los bosques y en la flora y fauna marina y terrestre.

Particularmente sus efectos en Venezuela se observan con fuertes olas de calor en periodos lluviosos, escasez de agua en las grandes ciudades e inundaciones de gran magnitud en estados cono Mérida.

El ecólogo de la ULA y coordinador del proyecto «Último Glaciar de Venezuela», Luis Daniel Llambi Cartaya, advirtió  que uno de los impactos que tendrá la desaparición de este bloque de hielo será el cultural porque, si bien desaparece, «nueva vida va colonizando los espacios».

Otra de las repercusiones que trae esta consecuencia del cambio climático, que aceleró por 10 el retroceso natural de estas formaciones -que ya vienen replegándose desde el siglo XIV-, será desde el punto de vista turístico. Además, dijo que hay una tendencia a altas temperaturas y pocas lluvias, lo que genera a su vez poca nieve y no permite alimentar al glaciar.

Por su parte, la profesora de la ULA e integrante del mismo proyecto, Alejandra Melfo, coincide en que el impacto cultural para los merideños es muy grande, e incluso para los venezolanos, porque el estado Mérida es «referencia» de frío y de las «nieves eternas» en un país del trópico.

Melfo dijo que ya no es posible ver los glaciares desde la ciudad de Mérida y comentó que el Humboldt todavía se puede ver en algunas zonas de la carretera trasandina, pero eso es todo. Por ende, se tiene que esperar a una nevada para poder ver nieve y ya no es como antes, donde se podía ver todo.

Estima que Venezuela sea el primero de los países de Latinoamérica que se quede sin glaciares y uno de los primeros en el mundo, así como también expresó que Mérida tiene el «raro privilegio» de ser una ciudad en la que perfectamente se pueden ver los efectos del cambio climático.

Otro grupo de investigadores, encabezado por el científico Maximillian Van Wyk de Vries, reveló que en los últimos 10 años el glaciar Humboldt disminuyó su tamaño a la mitad, pasando de 8,11 kilómetros cúbicos a 4,17 km3.

“Esto se debe en parte al cambio climático, pero principalmente al hecho de que las estimaciones anteriores eran menos precisas. Se basaban en un estudio global que no verificaba cada glaciar en particular y entonces accidentalmente incluyeron como hielo varias áreas que eran solo nieve temporal”, explicó Van Wyk de Vries.

Según sus estudios, el Glaciar Humboldt ya no fluye y por ende no puede considerarse como tal porque estos bloques de hielo fluyen por su propio peso y cuando se derriten, se transforman en pequeños trozos de hielo livianos.

Los glaciars de Los Andes son, a pesar de su pequeño tamaño en comparación a  otros en el mundo, esenciales en la hidrología porque contribuye a que haya agua en las comunidades vecinas.

Con información adicional de El Espectador