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Lejos de ser una carga, migrantes venezolanos aportan más a la economía: ¿de cuánta plata se trata? | vía: el Colombiano

Miguel Orlando Alguero | Colombia | 2 de mayo de 2024 | Foto: COLPRENSA

529,1 millones de dólares fue el aporte fiscal en impuestos directos e indirectos de la población migrante venezolana en Colombia. Con esa suma se podría cubrir todo el presupuesto para el Plan de Alimentación Escolar (PAE) para el 2024 y ese total es 20 veces el costo de la construcción del puente Chirajara.

Así lo confirmó el informe titulado ‘Estudio de impacto fiscal de la migración venezolana en Colombia: realidad vs. Potencial’, de la Fundación Konrad-Adenauer-Stiftung (KAS), la Fundación Ideas para la Paz (FIP), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y Cavex, en conjunto con Equilibrium Social Development Consulting.

Este dato, que arroja luces sobre el impacto económico real y potencial de la migración venezolana en Colombia, contrasta con la reciente controversia que involucró al canciller encargado, Luis Gilberto Murillo, quien les dio un duro jalón de orejas a funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, luego de hacer pública la resolución para pedir el pasaporte vigente a ciudadanos venezolanos que transiten por el país.

Este hecho generó indignación y rechazo entre migrantes y expertos del tema porque de las 7’710.887 de personas refugiadas y migrantes venezolanas que hay en el mundo, 2’894.593 viven en Colombia, de acuerdo con el reporte de la plataforma R4V, convirtiéndolo en el principal país receptor de esta población.

Es así como el director de Migración, Fernando García, aseguró que los funcionarios deben tener en cuenta que “no podemos llenar de cargas económicas a los migrantes para que accedan a visas que para muchos de ellos son inalcanzables”.

En ese sentido, Murillo informó que se encuentra en reuniones con Migración Colombia, con la finalidad de incluso lanzar varias decisiones que beneficiarían a los migrantes venezolanos que lleguen al país.

Aportes significativos

De acuerdo con el estudio, el aporte fiscal de la migración venezolana para Colombia en 2022 equivale al 1,91% de la recaudación total. Incluso, esta cifra podría aumentar a 804,3 millones de dólares si se regulariza y formaliza la situación de la población migrante.

Datos recientes de la Dian confirmaron que de los $19,66 billones que se recaudaron en 2023 por impuestos, $1,5 billones vinieron de parte de venezolanos. Así, se estima que hay un potencial de crecimiento de 52% en el recaudo.

En parte de los aportes tributarios de migrantes se debe a la creación de empleo y aseguramiento al sistema de salud y pensional, esto se confirma con el aumento de esta población regularizada en territorio colombiano.

Por ejemplo, según el Ministerio de Salud, por lo menos 25 mil migrantes hacen aportes al sistema de salud colombiano.Y de acuerdo con el estudio, el 95,76% de los migrantes venezolanos en Colombia se encuentran en la Población Económicamente Activa, y el 19,8% cuenta con educación superior o formación técnica.

Asimismo, en promedio, estos trabajadores reciben un ingreso promedio de 179 dólares, en el caso de los no formales, y 386 dólares cuando es un contrato formal.

El estudio también arrojó que los principales sectores de empleo para esta población son el de alimentos y bebidas (17,82%) y el comercio al por menor (15,4%).

Por su parte, los gastos de los migrantes venezolanos se concentran en alimentación y vivienda, impulsando la demanda interna y dinamizando la economía local. Además, resaltó la necesidad de regularizar la situación de los migrantes para que puedan acceder plenamente al mercado laboral y contribuir aún más al país.

En definitiva, la migración venezolana en Colombia, lejos de ser una carga, es un aporte significativo a la economía nacional. Los migrantes regularizados generan ingresos fiscales, crean empleos, dinamizan el consumo y poseen un alto potencial humano. Por eso, la regularización e integración son claves.

Dinamización de la economía

La gerente de proyectos de migración de Equilibrium SDC, Catalina Arenas-Ortiz, quien lideró el estudio, aseguró que la migración dinamiza la economía en dos sentidos. Uno, por la inyección de capital que implica el tributo al fisco, “estamos hablando de las más de 2 millones de personas que tienen un estatus migratorio regular”. Dos, por la generación de medios de vida de esta población.

“Sabemos que los venezolanos son una población con una vocación de emprendimiento muy grande, de generación de negocios. Son personas que toman esos trabajos que, en el caso de los colombianos, se están volviendo vacantes de difícil colocación. Por ejemplo, el sector floricultor los emplea bastante”, detalló Arenas.

Por su parte, María Teresa Palacios, experta en migraciones internacionales y directora del Grupo de Investigación en Derechos Humanos de la Rosario, aclaró que, en el caso de Colombia, un país en vía de desarrollo y sin una economía tan sólida, el aporte de la migración se refleja en algunos sectores, en donde, a pesar del desempleo, logran llenar puestos que no ocupa la población de origen.

Así también lo ve Natalia Durán Valbuena, investigadora de temas migratorios de la ONG IPA Innovations for Poverty Action, quien afirmó que, desde el punto de vista económico, de los aspectos positivos resalta la mano de obra y el talento que llega al país que puede cubrir brechas laborales y contribuir al crecimiento económico. “Esto es especialmente significativo en lo que tiene que ver con la migración proveniente de Venezuela a Colombia pues recibimos personas principalmente jóvenes”.

Eso lo logran, según Arenas, porque tienen mejor nivel de inglés, sus curvas de aprendizaje son más rápidas, entonces se vuelven personas apetecidas para las empresas. “Además, las organizaciones tienen una mayor transferencia de conocimientos cuando vinculan a personas migrantes a sus oficinas”.

No obstante, Durán advirtió que es importante que las personas puedan ejercer sus profesiones y aprovechar sus experiencias laborales, debido a que en Colombia una de las principales barreras es que las personas, así se encuentren en condiciones regulares en el país, no han podido validar sus títulos o demostrar las experiencias laborales que traen.

En parte estos aportes al mercado laboral y al sistema tributario tienen mejor acogida, afirmó Palacios, porque un estudio de la OEA en el 2018 predijo que la población colombiana empezaría a envejecer, esto significa que habría menos bebés naciendo en familias que ya tenían pocos hijos. A largo plazo, esto causaría problemas en el sistema de pensiones y contribuciones.

“Pero las familias venezolanas que llegan traen consigo niños y jóvenes, lo que podría ser una ventaja para Colombia. Los migrantes podrían ayudar con impuestos y también sostener el sistema de salud y pensiones”.

Regularizar para aportar

Sobre la regularización, Arenas indicó que es importante porque es la base mínima legal para poder acceder a todo lo demás en el país, como pagar impuestos, en especial la renta, o los aportes a pensión y a salud.

Una persona con un estatus migratorio irregular no va a poder tener un contrato formal que a su vez le permita pagar su planilla, muchísimo menos pensar en pagar un impuesto a la renta o ganar lo suficiente para tributar. Esa es la puerta a absolutamente todo”.

Palacios añadió que también evita la precariedad laboral, es decir, si se tiene a personas en situación irregular migratoria, pues normalmente no se les pagará salarios con aportes a seguridad social. Eso genera una economía sumergida que, desde el punto de vista de los derechos humanos, revictimiza a esta población.

¿Esto qué quiere decir? “Estas personas pueden ser víctimas de precarización laboral, de salarios más bajos, de falta de garantías, de aportes, de reconocimiento de prestaciones sociales. Esto nos incrementa mucho como los riesgos y nos hace desconocer una serie de compromisos internacionales en materia de derechos humanos”, advirtió la académica.

Asimismo la investigadora Durán insistió en que para que se materialicen los aportes de la migración se requiere que la población esté en la formalidad, es decir, “necesitamos quitar barreras en la condición migratoria, pero también que puedan implementar su potencial, que convaliden títulos y puedan certificar sus conocimientos”.

Concluyó que la migración ha traído oportunidades económicas para el país, pero es necesario contar con políticas migratorias que facilite que las personas estén en condiciones migratorias regulares. Esta oportunidad se puede ver potenciada si además de la condición migratoria regular se facilita el reconocimiento de títulos y de experiencias laborales.