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El silencio de agencias de la ONU en Venezuela afecta la salud, alimentación y dignidad de las personas más vulnerables

(Exámen ONU, Caracas, 22/07/2016) 79 organizaciones de sociedad civil venezolanas expresamos nuestra indignación y rechazo ante el silencio de varias de las agencias de la ONU establecidas en Venezuela, en particular de la OPS, la FAO y el PNUD, en un contexto de acelerado incremento de la pobreza, de fragilidad económica y social, de inestabilidad política e institucional, así como frente a una masiva y severa escasez de alimentos, medicinas e insumos médicos en todo el territorio nacional y la ausencia de capacidades internas para solventar esta situación a mediano plazo. El UNFPA y UNICEF también optaron por restringir sus actividades a la implementación de algunos programas, colocándose al margen de las gravísimas consecuencias en embarazadas, niños, niñas y adolescentes, personas mayores, comunidades rurales e indígenas, así como en personas privadas de libertad.

El martes 19 de julio de 2016, durante la rueda de prensa sostenida por el Servicio de Información de las ONU, su Directora, Alessandra Vellucci, informó que la sesión informativa sobre Venezuela del viernes 15 había sido suspendida porque “colegas de las diferentes agencias no tenían suficiente información para una sesión exhaustiva”.  Fadelia Chaib, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), expresó que “revisaría de nuevo con la OPS qué acciones están tomando, así como la información que les está llegando desde el país.  En cuanto haya más información, es posible que la OMS informe a la prensa al respecto”.

Desde el año 2013 diversas organizaciones de sociedad civil han enviado información a las agencias mencionadas, y personas afectadas han realizado protestas pacíficas frente las oficinas de la OPS en Caracas, debido a las fallas generalizadas en la provisión de medicamentos, insumos y servicios de salud en Venezuela.  Desde 2012, la FAO ha sido informada sobre el deterioro progresivo en el estado nutricional de la población.  Desde marzo de 2016, la Oficina de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) está al tanto de la crisis de carácter humanitario.

Las agencias de la ONU se abstienen de dialogar con toda la sociedad venezolana, sin presiones ni condicionamientos del Estado. Esta situación compromete su desempeño, de acuerdo al Plan de Acción “Los Derechos en Primer Lugar”, que establece el deber de atender de manera prioritaria, por encima de los intereses de los estados, los mandatos y compromisos de derechos humanos y proporcionar información veraz respecto de las poblaciones en riesgo o sujetas a graves violaciones a los derechos humanos, a fin de asegurar estrategias coherentes de acción sobre el terreno, facilitar una acción coordinada temprana y un mayor impacto en el trabajo de protección de los derechos humanos, así como del derecho humanitario.

La crisis en salud afecta a 120 mil personas con condiciones complejas, a 3 millones con hipertensión y diabetes, a 90.000 con malaria y a 60.000 con dengue.  La mortalidad materna aumentó de 66 casos por cada 100.000 en 2015 a 116 en 2016, según cifras oficiales.  En 2015, 12,1% (más de 3 millones de personas) reportaron comer 2 o menos veces al día y 87% manifestó no tener dinero suficiente para comprar alimentos. Para el primer semestre de 2016, el déficit nutricional alcanza 12% en las zonas urbanas, 19% en las zonas periurbanas y 27% en zonas más pobres. En los hospitales más importantes del país se reportan casos de desnutrición infantil grave, incluyendo diagnósticos de marasmo y de kwashiorkor.

Por todo ello, es inaceptable que se haya suspendido la reunión informativa sobre Venezuela porque “colegas de las diferentes agencias no tenían suficiente información para una sesión exhaustiva”.  Es inaceptable y no cumple con los principios de “Los derechos en primer lugar” que tampoco la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos tenga la información de las agencias porque no tienen “suficientes personas en el terreno”. ¿Qué hacen entonces en Venezuela agencias como la OPS, la FAO, el UNFPA, UNICEF y, en particular, el PNUD?  La suspensión de la reunión sobre Venezuela del 15 de julio y la rueda de prensa del 19 de julio indicarían que las agencias mencionadas no han estado proporcionando información fidedigna sobre la gravedad de la situación de los derechos a la salud y a la alimentación en Venezuela, ni siquiera a sus propias casas matrices, poniendo en riesgo a miles de personas.

La ONU no puede seguir “fallando en el cumplimiento de sus responsabilidades” en Venezuela, para evitar consecuencias irreparables en pérdidas de vidas y un mayor escalamiento del deterioro de las condiciones alimentarias y sanitarias del país.  Esta situación afecta gravemente a la población más vulnerable y requiere rápidamente de un mecanismo de cooperación y asistencia internacional de carácter humanitario.

El silencio de agencias de la ONU en Venezuela afecta la salud, alimentación y dignidad de las personas más vulnerables (PDF -190KB)