LA IMPREVISTA LLEGADA DE LA PANDEMIA DE COVID en marzo de 2020, ocasionó una más grave situación de emergencias superpuestas que exacerbaron las privaciones prexistentes durante el transcurso de 2020 y gran parte de 2021. La flexibilización de las restricciones a la movilidad por el territorio, a medida que aumentó la cobertura de la primera dosis de vacunación contra COVID, y la consecuente reanudación de actividades en medio de los estragos de la pandemia, tuvieron un efecto de leve mejoría en los impactos de la EHC durante el primer trimestre de 2022, pero dejaron una escala de privación mayor a la observada antes de la pandemia.
Los datos en esta nueva medición muestran que la EHC sigue estando lejos de evolucionar hacia una pronta salida, lo cual sucede en un contexto que todavía no da señales de cambio en los factores que la originaron y que la han mantenido durante los últimos años.
El informe comienza con un contexto pandémico, económico y político de la EHC, y reseña algunos eventos relevantes sobre la respuesta humanitaria y los esfuerzos de recomendación de órganos internacionales para cambiar los severos retrocesos del país, en materia de Estado de derecho, democracia y justicia.
La segunda parte aborda el modelo de evaluación y metodología de HumVenezuela, para explicar el modo como se organizan, procesan, analizan y presentan los resultados de la medición, así como la descripción de las fuentes de información utilizadas, con enlaces donde éstas pueden revisarse con mayor detalle.
En la tercera parte se desarrolla el enfoque del “triple nexo”, tomando en consideración que éste ha sido adoptado por los actores de Naciones Unidas para la respuesta humanitaria en el país, y que representa un cambio estratégico en la concepción y planificación de la respuesta.
Luego presenta los resultados de la medición de los impactos de la EHC en las condiciones de vida, donde se muestran las principales condiciones de vulnerabilidad que afectan a la población, así como los impactos en alimentación y nutrición, salud, agua y saneamiento y educación básica, identificando la población afectada, las personas con necesidades humanitarias y aquellas con necesidades más severas.
Para la elaboración de este informe, se consultó entre febrero y marzo de 2022 a 6.459 grupos familiares, que representan un total de 20.186 personas en 145 municipios de 18 estados. De los hogares encuestados, 50,5% se encuentran en barrios o comunidades populares; 37% en urbanizaciones o vecindades urbanas; 12% en el campo o zonas rurales; 1,5% en asentamientos o comunidades indígenas. Además, esta información se complementó y comparó con más de 3.000 fuentes de información secundaria.