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Las organizaciones de la sociedad civil alzan la voz en el Cedaw 85 | vía: AC Sinergia

Mabel Sarmiento | Venezuela | 18 de mayo de 2023

Más de 30 informes presentados en la Cedaw 85 revelan el esfuerzo de organizaciones independientes por documentar la falta de interés del Estado venezolano para resguardar los derechos de las mujeres en Venezuela.

Las ONG venezolanas se han esforzado por visibilizar el contexto restrictivo en el cual se desenvuelven las mujeres, que cada vez se ven más afectadas por la falta de recursos y de manera diferenciada por la emergencia humanitaria compleja (EHC).

Las ONG venezolanas que han participado en el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (Cedaw85) se han articulado desde hace más de un año para producir más de 30 informes que evidencian la realidad del incumplimiento de las obligaciones del Estado en resguardo de los derechos de las mujeres en Venezuela. 

Esta semana, líderes y voceras de estas organizaciones han podido elevar la voz en nombre de muchas mujeres ante el Comité, que es el órgano de expertos independientes que supervisa la aplicación de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.

El Comité está formado por 23 expertos en derechos de la mujer de todo el mundo. Todos los Estados Partes deben informar sobre las medidas que han adoptado en relación con los derechos descritos en la Convención, así como sobre los progresos realizados en la defensa de los derechos de la mujer.

También la sociedad civil organizada tiene un espacio para presentar los resultados de los informes sombra.

Los datos expuestos por las ONG 100% Estrógeno, Acceso a la Justicia, Cepaz, Cofavic, el Monitor ODH-ULA, la Asociación Cauce y defensoras como Linda Loaiza, difieren del reporte presentado por la ministra de la Mujer e Igualdad de Género, Diva Guzmán, quien encabezó la delegación del Estado venezolano durante la revisión del noveno Informe.

Aquí algunas de las intervenciones: 

Penaliza el aborto

 Venus Faddoul, abogada y comunicadora de la ONG 100% Estrógeno: En Venezuela, el articulado que penaliza el aborto no ha sido reformado en más de 100 años, convirtiéndose en una normativa anacrónica, al margen de los compromisos adquiridos con Cedaw.

«En Venezuela solo se admite el aborto cuando la vida de la mujer corre peligro y dicho criterio solo queda a discreción del médico tratante sin que haya un protocolo claro libre de prejuicios. En 2021 se anunció una reforma del Código Penal y en la misma no se contempla la despenalización del aborto por lo cual la labor de defensores(as) sigue siendo criminalizada».

La defensora mencionó el caso de Vanesa Rosales, detenida de manera arbitraria en 2020 por haber apoyado la interrupción del embarazo de una adolescente, producto de una violación, pues su vida corría peligro.

Sobre el caso de Vanesa Rosales, detenida por apoyar el aborto de una adolescente, producto de una violación, dijo que el gobierno venezolano insiste en que el aborto es un delito.

«Para el 2021 el Unfpa determinó que en Venezuela la pandemia afectaba el acceso público a la anticoncepción manteniendo 80% de escasez de anticonceptivos gratuitos. Venezuela se posiciona, según las cifras, con la sexta mayor tasa de mortalidad materna de la región. El Estado venezolano mantiene y promueve una política estatal de esterilización dirigida a mujeres en edad reproductiva. En muchas de estas campañas no se cumple con el consentimiento previo libre e informado».

Violencia sexual

Laura Louza, abogada de la ONG Acceso a la Justicia: En Venezuela hay una sola cárcel para mujeres en todo el país, en ella hay 500 mujeres recluidas en condiciones insalubre.

«En Venezuela hay más de dos mil mujeres detenidas en anexos de cárceles masculinas donde se les dificulta recibir visitas y en muchas ocasiones pueden ser víctimas de violencia sexual. Las mujeres y sus familias también sufren mucho cuando visitan a los 37 mil hombres privados de libertad por las vejaciones a las que son sometidas».

En su intervención dijo que levanta su voz en nombre de las mujeres víctimas de violencia de género en Venezuela que no tienen prácticamente a quién acudir. «En Venezuela existen tribunales, fiscalías y unidades policiales especializadas, pero suelen carecer de un enfoque de género y no tienen capacidad para hacer justicia. La ausencia absoluta de Estado de Derecho y justicia en Venezuela no se debe tanto a problemas de su normativa, sino a la ruptura institucional producto de la falta de autonomía en sus figuras de autoridad».

Destacó que Venezuela requiere cambios estructurales y reales más que cambios normativos y circunstanciales. «Es necesario que se designen verdaderos operadores de justicia que cumplan y defiendan los derechos de los ciudadanos».

Femicidios multiplicados

 Cristina Ciordia, coordinadora de Incidencia de la ONG Cepaz: En los primeros 7 días del mes de mayo se registraron 5 casos de femicidios en Venezuela y 4 intentos de femicidio. Es decir, una acción femicida cada 24 horas. Esto no lo sabemos por el Estado sino por el trabajo de las ong.

«Entre la fecha de las últimas cifras provistas por la Fiscalía en el año 2016, hasta el 2022, los femicidios se han multiplicado. La violencia cobró la vida de 282 venezolanas el año pasado. El observatorio digital de femicidios busca llenar un grave vacío que deja el Estado. La opacidad del Gobierno hace imposible implementar políticas públicas que atiendan las necesidades de una emergencia humanitaria compleja».

Señaló que este Comité instó al Estado venezolano a producir y publicar datos desagregados sobre los tipos de violencia contra la mujer. «Esta recomendación, deliberadamente, se ha incumplido».

Dijo que las cifras presentadas por el Estado en su informe, nunca han sido de acceso público, no son verificables y dan cuenta de una tendencia que no se corresponde con lo registrado por las organizaciones independientes.

«Los datos presentados por el Estado venezolano sobre situación de trata de mujeres y niñas, provienen de diferentes e inconsistentes órganos que no cumplen con las recomendaciones sobre registro desagregado. El Fiscal General habla de 696 víctimas de trata entre 2017 y 2021. En el mismo período, la organización Mulier Venezuela documentó más de 1.800 casos, solo de mujeres y niñas. El Estado calla, pero los defensores de DDHH sí recogemos estas historias; las de las víctimas desatendidas y revictimizadas por un sistema en el que no confían. Nosotros sí recogemos esas historias, de las mujeres migrantes y refugiadas que son parte de la segunda crisis de movilidad más numerosa del mundo y que el Gobierno dice que no existe».

La información expuesta por la defensora está respaldada por informes producto del trabajo de 18 organizaciones, redes y coaliciones venezolanas. Puedes verlos aquí.

Migración y expotación

 Karla Subero, de la ONG Cofavic: La crisis de derechos humanos venezolana y sus consecuencias en lo humanitario y la migración, tienen un impacto diferenciado en mujeres y niñas.

Cofavic documentó que en el desarrollo de mecanismos de seguridad ciudadana las mujeres y niñas son obligadas a presenciar actos violentos, reciben amenazas de violencia sexual, insultos misógenos, golpes y son detenidas arbitrariamente.

«En un estudio con mujeres indígenas en los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro, el 97 % de las entrevistadas indicó haber sido víctima de hechos de violencia de distintos tipos. El 38 % de las migrantes indígenas son mujeres. El contexto del arco minero ha desencadenado otras formas de violencia contra las mujeres venezolanas como explotación laboral, sexual, prostitución forzada, tráfico y trata de mujeres y niñas y adolescentes».

Mencionó que, de acuerdo al Informe VIH en Venezuela, 57 embarazadas con VIH fueron obligadas a tener un parto natural sin aplicar cesárea, lo que contradice recomendaciones internacionales; que en los últimos 10 años, en nuevos casos de VIH hay un aumento en mujeres: de 21.9 % en 2011 a 25.8 % en 2020. Las mujeres más afectadas son las trabajadoras sexuales y las mujeres Trans.

A su juicio, las dificultades económicas son la principal causa que impide a las mujeres con discapacidad en Venezuela, acceder a servicios de salud, ginecológicos y a la realización de estudios. También denunció que hay limitaciones determinantes en el acceso a métodos anticonceptivos y a control prenatal.

«Las ONG feministas también están afectada por la reducción del espacio cívico democrático en Venezuela con la aprobación en primera discusión la #LeyAntisociedad. El informe que emita Cedaw y sus recomendaciones constituyen una esperanza y una luz para la vida de millones de mujeres y niñas venezolanas».

No cumple sentencia

 Linda Loaiza, abogada y defensora: Cuatro familias que agrupan 83 víctimas y sobrevivientes de violencia de género buscan justicia desde 1996 por ejecuciones extrajudiciales, desapariciones, tortura, esclavitud sexual y violencia de género. Una de ellas es Linda Loaiza.

«Cuatro familias que agrupan 83 víctimas y sobrevivientes de violencia de género lograron una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenando al Estado venezolano y éste ha sido indiferente en el cumplimiento de esta sentencia».

El caso de Linda Loaiza es la primera sentencia de la  CorteIDH que condenó al Estado venezolano por violencia de género. Desde 2018 no se ha realizado ninguna acción para cumplir las medidas de reparación ordenadas.

Casos como el de Loaiza tienen más de 27 años esperando justicia. «Hemos tenido graves consecuencias para las mujeres, abuelas, hijas, hermanas, tías y primas que seguimos padeciendo por la impunidad y la revictimización». 

Solicitó al Comité su incidencia para que el Estado venezolano garantice la obligación de llevar a cabo el cumplimiento de todas las sentencias emanadas de la CorteIDH.

Violencia de género

 Holaya Peña, investigadora del Monitor ODH-ULA denunció el caso de Naibelys Noel como uno de los tantos en los que una mujer en Venezuela, víctima de violencia de género, es revictimizada por los órganos policiales y judiciales del Estado.

Naibelys Noel fue acusada injustamente de la comisión por omisión del infanticidio de su hijo de 19 meses. El Estado la detuvo arbitrariamente y la acusó de ser cómplice de su expareja, quien admitió haber matado al niño.

«Aunque su agresor admitió haber asesinado al niño, Naibelys Noel tuvo que esperar casi 3 años de su detención para que se iniciara su juicio, el cual ya había sido objeto de 19 diferimientos por causas atribuibles a jueces y fiscales. En enero de 2023, el funcionario que privó a Naibelys Noel de su libertad, indicó en la audiencia de juicio que su detención fue «por ser la progenitora del niño. El psiquiatra forense declaró en el juicio de Naibelys Noel que le diagnosticó sentimientos de minusvalía, humillación, indignación y hostilidad contenida por la violencia sufrida».

Acotó que el Estado venezolano reconoce las formas interrelacionadas de discriminación específicas contra las mujeres en situaciones de especial vulnerabilidad, sin embargo, casos como el de Naibelys Noel siguen sin justicia.

Equidad y diversidad

 Asociación Cauce: Las sanciones no son la única ni la más importante causa del problema estructural que afecta el país y tampoco impiden al gobierno cumplir con sus funciones de protección y resguardo de los derechos de las mujeres.

Natalia Brandler, presidenta, dijo que el Estado venezolano sí tiene los recursos para atender la emergencia humanitaria, pero ésta no se encuentra entre sus prioridades.

Recomendó al Cedaw que solicite al Estado venezolano destinar recursos para atender las necesidades que afectan la diversidad de mujeres incluyendo mujeres indígenas y que presente datos oficiales accesibles y confiables.

Observó que Venezuela no ha cumplido con la mayoría de las recomendaciones de Cedaw 2014 aun antes de las sanciones y continúa restringiendo las libertades de las organizaciones de la sociedad civil.

«En Venezuela no se cumple con el principio de igualdad establecido en el artículo 21 de la Constitución. No se establecen normas de paridad que garanticen la participación política igualitaria. Ni en la Ley orgánica de Procesos Electorales ni en la de Partidos Políticos existen normas de paridad ni un sistema de cuotas que garanticen la participación política igualitaria de las mujeres venezolanas. La falta de normativas de igualdad en los partidos políticos, deja las decisiones sobre las postulaciones de mujeres en manos de élites mayormente masculinas».

Sugirió  al Comité que pida al Estado venezolano incorporar a las Leyes el principio de paridad y alternabilidad con sanciones por su incumplimiento; que solicite al Estado venezolano garantizar un entorno propicio para la participación de las mujeres en la vida política, incluyendo las defensoras de derechos humanos de las mujeres y pedir garantías al derecho de las mujeres a participar en manifestaciones, expresar su opinión y protección efectiva de la detención arbitraria y acoso hacia aquellas que disienten del Gobierno.

Informacion hecha con apoyo de la relatoría hecha por la alianza entre las ONG