NRC: Venezuela se encuentra en la lista de la crisis más descuidada.
(Oslo, 05/06/2019) El Consejo Noruego de Refugiados (NRC) anualmente publica un informe sobre las 10 crisis humanitarias más descuidadas del mundo. Nuevamente en el reporte de 2018 Venezuela se encuentra en la lista, pasando de la novena crisis más descuidada a la sexta.
El NRC asegura que aunque la asistencia humanitaria debe basarse en necesidades, y solo en necesidades, algunas crisis reciben mucha más atención y apoyo que otras. ¿Por que el sufrimiento de una persona tiene prioridad internacional resultando en conferencias, esfuerzos de mediación y donaciones – mientras que otra persona está sufriendo, en otra parte del mundo, pasa desapercibida?, se pregunta la organización especializada en brindar asistencia a desplazados, migrantes y refugiados en el mundo.
Esta negligencia, de acuerdo al NRC, puede ser resultado de la falta de interés geopolítico. O las personas afectadas parecen estar muy distantes o es muy difícil identificarse con ellos. La negligencia también puede ser resultado de competencias por prioridades políticas y falta de voluntad de comprometerse, creando una crisis prolongada y fatiga de los donantes.
Para realizar el informe el NRC analizó 36 crisis y se estableció el top 10 tomando en cuenta los siguientes criterios: Falta de voluntad política, falta de atención mediática y carencia de apoyo económico.
La lista está conformada por:
1. Camerún
2. República Democrática del Congo
3. República Centro Africana
4. Burundi
5. Ucrania
6. Venezuela
7. Mali
8. Libia
9. Etiopía
10. Palestina
Venezuela
Según las Naciones Unidas, se estima que 7 millones de personas necesitan asistencia humanitaria en Venezuela. La comida es menos disponible y asequible, y muchas personas ahora dependen de la entrega de alimentos subsidiados para satisfacer sus necesidades. La Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO) estima que alrededor de 3.7 millones de venezolanos padecieron de subnutrición en 2018.
Alrededor de 3,4 millones de refugiados y migrantes ya han abandonado el país, con 2,7 millones de ellos que viven actualmente en América Latina, y los países del Caribe, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La larga y desafiante ruta migratoria ha causado desplazados venezolanos con mayores necesidades. Uno de los retos más cruciales a los que se enfrentan es la obtención de algún tipo de estatus oficial que les permita conseguir un trabajo, enviar a sus hijos a la escuela y acceder a servicios importantes como la asistencia sanitaria.
Tener estatus ofcial también significa que las personas son menos vulnerables al tráfico, la explotación laboral y otros abusos que son perjudiciales no solo para los migrantes sino también para el comunidades a las que se unen.
Con recursos estirados y un número creciente de llegadas, el riesgo de discriminación y xenofobia está aumentando. La respuesta humanitaria en la región sigue siendo insuficiente en su velocidad y escala, y hay una preocupación común acerca de la falta de recursos para responder a la situación a medida que se desarrolla.
El juego político en Venezuela ha recibido mucha atención, y muchos países tienen interés en cómo se desarrolla. Sin embargo, los involucrados hasta ahora han mostrado poca voluntad de compromiso.
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