Agencias de Naciones UnidasCondiciones de VidaDerechos Humanos

Preocupaciones y observaciones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, sobre la situación de Venezuela en su primera intervención oral ante el Consejo de Derechos Humanos

HumVenezuela | 21 de marzo de 2023

Cortes sistemáticos de electricidad, falta de agua, falta de acceso a alimentos, y en general, falta de garantías para los derechos humanos en los ámbitos civil, político, económico y social, así como las necesidades humanitarias en general, son asuntos que destacó Volker Türk, Alto Comisionado para los Derechos Humanos en el Diálogo interactivo sobre Venezuela, que se celebró en Ginebra este 21 de marzo de 2023.

“Conocí a personas que me hablaron de su lucha diaria por sobrevivir. Me hablaron de cortes regulares de energía, de la falta de agua corriente, de la falta de disponibilidad de medicinas y alimentos, de cómo se estaban endeudando cada vez más. Y hablaron de los impactos directos en la salud mental de todos estos desafíos, con muchos que sufren de ansiedad y depresión”. Puntualizando que, según estadísticas de la ONU, hay más de siete millones de personas que necesitan asistencia humanitaria en Venezuela.

Llevada a cabo durante el 52º período ordinario de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, esta primera reunión efectuada en 2023, basada en la documentación que ha venido desarrollando la OACNUDH desde 2019 en Venezuela. Y no solo es importante esta sesión por el rol del Alto Comisionado sino porque en ella participan Estados miembros del Consejo y organizaciones de la sociedad civil venezolana.

Türk expresó gran preocupación por el “proyecto de ley para regular aún más las ONG”, un asunto que constriñe el ya restringido espacio cívico en Venezuela. “Presenté observaciones detalladas sobre este tema a las autoridades y reitero mi llamado para que cualquier legislación esté en línea con los estándares internacionales de derechos humanos”, dijo.

“Los defensores de los derechos humanos y los periodistas continúan enfrentando ataques, intimidación y criminalización. Por ejemplo, seis líderes sindicales y laborales llevan más de nueve meses detenidos por cargos de conspiración y asociación para delinquir”.

Paraguay y otros países también manifestaron preocupación por las restricciones al espacio cívico, “en especial de cara a las próximas elecciones presidenciales y en particular la aprobación de la nueva ley de ONG”.

Abogó Türk por la integridad de las poblaciones indígenas, que en este momento son vulnerables a las actividades de la minería, y por la necesidad de que se las proteja de acuerdo a las normas internacionales de derechos humanos. Masacres en los pueblos mineros; desapariciones forzadas; asesinato de líderes indígenas; explotación laboral de adultos y niños; prostitución forzada; la contaminación del agua, suelo y aire, y la proliferación de enfermedades como la malaria han sido, en efecto, documentadas por organizaciones civiles en las zonas mineras.

Los agricultores y campesinos, de acuerdo con Türk, han tenido que manifestar para defender su derecho a la tierra: “Mi equipo ha recibido informes de acosos y asesinatos por individuos no identificados”, dijo. A pesar de los indicios sobre “una leve mejoría en el aspecto económico”, las manifestaciones pacíficas para mejores condiciones de vida, empleos y salarios se han incrementado en el país

En medio de esta enumeración de “desafíos para los derechos humanos” Türk se refirió a “signos de recuperación económica” que “traen algo de esperanza”, pero no sin advertir que cualquier política para apoyar el crecimiento económico debe tener a los derechos humanos en el centro, con un acceso libre, transparente y equitativo a datos e información de interés público.

El Alto Comisionado de la ONU para los DDHH denunció que defensores de derechos humanos y periodistas siguen sufriendo ataques y criminalización en Venezuela e hizo un llamado a las autoridades para otro diálogo: con víctimas y con la sociedad civil. “Espero que se rinda justicia para las víctimas, las víctimas merecen garantías de no repetición”.

Türk instó a levantar las sanciones sectoriales -que no las personales- que “han profundizado la lucha diaria de las personas”. Habló de que “todas las partes” deben reflexionar sobre el futuro que desean para Venezuela y apuntó en especial al “diálogo y cooperación entre las autoridades y la oposición” que será crucial, incluida la recuperación de las negociaciones en México, e hizo un llamado a la comunidad internacional para que se apoye el proceso. “Para la reforma y el restablecimiento de la confianza, el pueblo de Venezuela requiere acciones concretas y colectivas”.

La Unión Europea, por su parte, llamó al Estado a cooperar plenamente con todos los mecanismos de derechos humanos, incluida la Misión de Determinación de Hechos y la CPI, y se sumó al llamado para la reforma del sistema de justicia y a asumir un compromiso “para que las elecciones sean creíbles, transparentes e inclusivas”.

La directora para las Américas de Human Write Watch apuntó que, “a pesar de la falsa percepción de normalización, la situación de derechos humanos en Venezuela dista mucho de ser normal y la OACNUDH tiene un papel fundamental para jugar en la protección de los derechos humanos de la población venezolana”.

Venezuela no solo sigue viviendo una emergencia humanitaria profunda, sino que lejos de haber desaparecido, sus causas se han intensificado. Aunque la ONU advierta que siete millones de personas tienen necesidades humanitarias, la plataforma HumVenezuela, en la que participan 90 organizaciones de la sociedad civil, en su informe de seguimiento hasta marzo 2022, ha estimado que son 19 millones de personas las que tienen necesidades humanitarias (10.4 millones con necesidades severas) en una Emergencia Humanitaria Compleja que tuvo un alza después de salir del confinamiento por la pandemia de COVID.